Los bebés menores de 6 meses de edad deben evitar la exposición solar directa, ya que su piel no está lo suficiente madura y produce menos melanina para poder defenderse del sol y no puede cumplir su función barrera, por lo que son los más sensibles a las agresiones externas y pueden sufrir desde irritaciones, deshidrataciones hasta quemaduras. Aunque no expongamos al bebé directamente al sol, también es importante protegerlo de la radiación solar indirecta, con un fotoprotector compatible con su piel:
- Filtros minerales, sin filtros químicos, protegen la piel del bebé desde los 0 meses. Para pieles sensibles y/o atópicas.
- Elevada protección solar SPF50+ para rostro y cuerpo.